miércoles, 29 de abril de 2009

Teatro anterior a 1936

TEATRO ANTERIOR A 1936

Con respecto al contexto histórico de esta etapa nos encontramos con la crisis de la Restauración y de su sistema del turnismo, la dictadura de Miguel Primo de Rivera y, posteriormente, la instauración de la II República en 1931. Durante todo este periodo existe un dominio de la burguesía.

Para poder entender el teatro de la época hay que tener en cuenta una serie de condicionantes. El condicionante comercial se refiere a que todos los teatros son locales privados gestionados por empresarios, por lo que las obras que se pondrán en escena serán aquellas que se considere que van a ser un éxito de público. El condicionante ideológico se produce porque el público que asiste a los teatros es burgués y, por consiguiente, en las obras no se planteará nada que vaya más allá de la capacidad de autocrítica burguesa. Finalmente, el condicionante estético implica una resistencia a las innovaciones. Teniendo en cuenta estos factores, la producción teatral se divide en dos grupos: el teatro que triunfa y que se representa y el teatro que innova y que difícilmente se va a representar.

Dentro del teatro que triunfa se enmarca la comedia burguesa, que presenta temas de actualidad con una leve crítica y una suave ironía de una forma elegante y distinguida. Su máximo representante es J. Benavente, nobel de literatura en 1922. Su obra El nido ajeno es su relación con la Generación del 98 y en ella narra la situación opresiva de una mujer casada. Resulta escandalosa y supone un fracaso para el dramaturgo por su importante carga crítica. Debido a ello, J. Benavente decide plegarse a los condicionantes ideológicos del teatro que triunfa y su obra teatral tendrá éxito con títulos como Lo cursi y La noche del sábado. Los intereses creados es su obra maestra y es un farsa en la que los personajes de la Comedia dell’Arte italiano dan una visión crítica de la sociedad burguesa. Esta crítica sí es aceptada debido a que la elección de los protagonistas produce un distanciamiento.

Las aportaciones al teatro de J. Benavente son su capacidad para hacer un teatro sin grandilocuencia, su conocimiento de la ciencia escénica y su fluidez en el diálogo. A pesar de todo, su teatro está anclado en su tiempo.

Todavía en el teatro que triunfa, el teatro en verso tiene un origen modernista, pero acabará derivando en el drama histórico-romántico. Destacan El rey trovador de E. Marquina y La Lola se va a los puertos de los hermanos Machado. Por otro lado, el teatro cómico es un teatro costumbrista que recrea ambientes pintorescos y tipos populares con lenguaje castizo. En esta categoría está La señorita de Travelez deC. Arnices y La venganza de D. Mendo de P. Muñoz Seca, que pertenece al estilo de “astracón”, que basa su comicidad en situaciones disparatadas y diálogos absurdos.

Respecto al teatro que no triunfa, la mayoría de sus obras se representarán mucho después de haberse escrito. Dos de sus máximos representantes son Valle-Inclán y Federico García Lorca.

La trayectoria de Valle-Inclán viaja del Modernismo al esperpento, siendo este último lo que le une con la Generación del 98. Su obra modernista es Comedias bárbaras, una trilogía en la que presenta una Galicia rural y atemporal con personajes arrastrados por grandes pasiones. Con Divinas palabras empieza esa evolución hacia el esperpento, un nuevo género teatral basado en la distorsión que busca la superación del dolor y de la risa. Este género mezcla lo trágico con lo grotesco y muestra la realidad más allá de las apariencias. Martes de carnaval, una obra compuesta por los títulos La hija del capitán, Las galas del difunto y Los cuernos de D. Friolera pertenece ya al género del esperpento. Luces de Bohemia es su obra maestra y es a través de la cual Valle-Inclán define este nuevo género teatral. Su protagonista es Max Estrella, un hombre ciego que recorre con D. Latino la ciudad de Madrid.

De Federico García Lorca y su trayectoria teatral hay que destacar La Barraca, su propia compañía de teatro fundada por él y que se encarga de llevar las obras clásicas a los pueblos y ciudades que se encontraban fuera del circuito teatral convencional. El tema de sus sobras es único, y es el enfrentamiento del individuo con el entorno. En todas sus obras se puede encontrar un individuo que encarna el amor, la libertad o la fantasía que choca contra un símbolo que representa la represión social que destruye al individuo.

La producción teatral de Federico García Lorca es muy amplia y muy variada. De su teatro de marionetas destaca Títeres de cachiporra, y del drama histórico Mariana Pineda. Sus obras más conocidas son Bodas de sangre en verso, Yerma en verso y prosa y La casa de Bernarda Alba escrita sólo en prosa. De su teatro vanguardista hay que mencionar las obras Así pasen cinco años y El público.


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